domingo, 12 de abril de 2015

EL RESPLANDOR (1980)

REPARTO:


TRAMA:
Al hotel de alta montaña Overlook llega para una entrevista de trabajo como guarda de invierno Jack Torrance (Jack Nicholson), un antiguo profesor que desea aprovechar los meses de aislamiento para escribir una novela. Las fuertes nevadas dejan impracticable el acceso por carretera durante los inviernos, razón por la cual la dirección del hotel prefiere cerrar el establecimiento al público durante los meses climatológicamente más duros y contratar a alguien que se ocupe del mantenimiento. Así se lo refiere al candidato en la entrevista el administrador de establecimiento, Stuart Ullman (Barry Nelson), quien además le advierte de que el antiguo guarda, víctima de la claustrofobia (concepto que Ullman define como 'fiebre de las cabañas') propia de tan prolongado aislamiento, acabó matando a toda su familia y luego se suicidó.
Lejos de allí, la esposa de Jack, Wendy (Shelley Duvall), y el hijo de ambos, Danny (Danny Lloyd) de siete años, permanecen en el domicilio familiar, en la ciudad de Boulder. Danny no es un niño común, ya que tiene una excepcional capacidad de percepción extrasensorial que le hace evocar episodios pasados que no ha vivido y anticipar hechos del futuro; en uno de esos trances, ante el espejo del cuarto de baño, sufre premoniciones horripilantes sobre el hotel al que van a mudarse, y el episodio le hace perder el conocimiento. (SÓLO EN LA VERSIÓN PARA ESTADOS UNIDOS: Una pediatra (Anne Jackson) acude a la llamada de Wendy y explora al pequeño. Este, ya consciente, le comenta que tiene un amigo, «Tony», que «vive dentro de su boca»; luego, a solas con la doctora, Wendy, visiblemente nerviosa, menciona también unos problemas de maltrato y de alcoholismo por parte del padre, unos problemas «ya superados».)
La familia llega al hotel el día del cierre al público. Durante el paseo por las instalaciones exteriores, el administrador revela que el hotel está asentado sobre un antiguo cementerio navajo, y que mientras este se construía los obreros «tuvieron que defenderse» de los ataques de los indios. Por su parte, el jefe de cocina, un empleado negro llamado Dick Hallorann (Scatman Crothers), es el encargado de enseñar las enormes cocinas a Wendy y a Danny. Mientras están dentro de una de las enormes despensas, Halloran, sin dejar de hablar con la madre sobre los víveres disponibles, invita mentalmente a Danny a ir a tomar un helado. El pequeño acepta y, ya a solas los dos, Dick, ahora con semblante llamativamente más serio, le explica a Danny que él y su abuela compartían esta habilidad telepática, que él llama «el resplandor». Danny pregunta si hay algo que temer en el hotel, especialmente sobre la habitación 237. Hallorann le dice a Danny que el propio hotel «resplandece»; que guarda entre sus paredes muchas historias y que «no todas son buenas». Finalmente, ordena tajantemente a Danny que no entre en esa habitación.
Pasa un mes; mientras el proyecto de Jack no va a ninguna parte, Danny y Wendy exploran el laberinto de arbustos que hay en el patio del hotel. Wendy comienza a preocuparse sobre las líneas telefónicas puesto que muchas de ellas dejan de funcionar debido a la fuerte nevada. Por su parte, Danny continúa con más visiones terroríficas sobre las gemelas asesinadas por el anterior guarda. Jack, cada vez más frustrado, comienza a actuar de forma extraña y cada vez más violenta. La curiosidad de Danny sobre la habitación 237 aumenta cuando ve la puerta de la habitación abierta. Después, aparece con heridas en el cuello y visiblemente traumatizado, lo que hace que Wendy acuse a Jack de haberle maltratado. Jack deambula hasta llegar al vacío salón del hotel; se sienta a la barra y al otro lado aparece un camarero, al que el guarda parece reconocer y al que llama familiarmente Lloyd (Joe Turkel). Lloyd le sirve bourbon mientras Jack se queja sobre su matrimonio.
Al rato llega alarmada Wendy, que encuentra a Jack somnoliento y solo sobre la barra. Le cuenta que una mujer loca en una de las habitaciones ha sido la responsable de las heridas. Jack se adentra en la habitación 237, donde se encuentra el fantasma de una mujer muerta, pero le dice a Wendy que no había visto nada. Wendy y Jack discuten sobre si deberían sacar a Danny fuera del hotel, y Jack, enfadado, vuelve al salón, ahora lleno de fantasmas que disfrutan de una fiesta de disfraces. Aquí es cuando conoce al fantasma del antiguo guarda, Grady (Philip Stone), que dice a Jack que debe «corregir» a su mujer y a su hijo. Mientras tanto, en Florida, Hallorann tiene una premonición de que algo va mal en el hotel y toma un vuelo hacia Colorado para investigar. Danny comienza a decir «redrum» (en la versión de la película en español dice ratam) hasta que entra en trance, y vuelve a hablar con su amigo imaginario.Danny escribe "ЯEDЯUM" con lápiz de labios en la puerta del baño, mientras lo repite en voz alta con la voz de Tony. Cuando Wendy se despierta y mira a través del espejo, descubre espantada las letras "MURDER" (ASESINATO) (o en la versión en español: "MATAR"). Jack comienza a golpear la puerta de la habitación con un hacha, y Wendy, cada vez más aterrada, coge el cuchillo de cocina y se encierra con su hijo en el cuarto de baño. Allí, logra sacar a Danny a través del ventanuco, pero este es demasiado pequeño para ella, así que se parapeta tras la puerta, dispuesta a hacer frente a su enloquecido marido. Comienza aquí una de las secuencias más emblemáticas de The shining: Jack comienza a destrozar la puerta del baño hasta hacer un agujero por el que asoma la cabeza y anuncia con diabólico entusiasmo: «¡Aquí está Johnny!»;1 acto seguido, introduce el brazo para descorrer el pestillo y entonces Wendy aprovecha para clavarle el cuchillo en la mano. En ese momento, Jack escucha el sonido del vehículo de nieve que Halloran había alquilado para llegar hasta el hotel y desiste momentáneamente de su presa y se dirige a la entrada para averiguar quién es el intruso. Al ver que se trata del cocinero del Overlook, le espera agazapado y, de un certero golpe, le clava el hacha en el pecho. El horrible crimen «resplandece» en el niño, que no puede evitar un grito de pánico. El grito le delata ante su padre, por lo que tiene que huir de su escondite a toda prisa. Mientras tanto, Wendy recorre el hotel en busca de su hijo, y durante el recorrido por pasillos, escaleras y habitaciones asiste a escenas alucinantes (al parecer, relacionadas con acontecimientos del pasado) que casi la llevan al borde de la locura.Mientras busca a Jack, Wendy descubre los trabajos de Jack para su libro; cuando lo lee descubre que ha estado escribiendo a máquina sin parar hojas y hojas con la misma frase: "All work and no play makes Jack a dull boy" ("Todo trabajo y nada de ocio hace de Jack un tipo aburrido") con distintos formatos y estilos. En ese momento se enfrenta a Jack, que la amenaza hasta que ella le golpea con un bate y él cae por una escalera quedando inconsciente. Ella consigue llevar el cuerpo hasta la cocina y encerrarle en la despensa, pero esto no hace que consiga resolver su gran problema; ella y su hijo están atrapados porque Jack había saboteado la radio del hotel y el vehículo para moverse sobre la nieve. Después, Jack habla a través de la puerta de la despensa con Grady, que desbloquea la puerta, liberándole.
Se acerca el desenlace: en otro lugar, Jack ha iniciado la persecución de Danny y se adentra tras él en el laberinto llamándole con gritos de animal enloquecido y siguiendo el rastro de las huellas del primero en la nieve. El niño, que conoce mejor el lugar que su padre, pone en marcha un ingenioso plan: caminar hacia atrás sobre sus propias huellas y saltar por una escapatoria lateral. De este modo, Jack llegará al final de un rastro que no le lleva a ningún sitio, mientras que el niño no tiene más que seguir las pisadas anteriores para encontrar la salida. Allí se encuentra con su madre y ambos huyen en el vehículo que había traído Halloran. Por su parte, Jack, incapaz de encontrar la salida del laberinto y ya muy cansado, muere congelado. En la enigmática secuencia final, la cámara se acerca a una fotografía en blanco y negro mientras suena una melodía de losaños veinte. La fotografía muestra en el centro a un sonriente y rejuvenecido Jack Torrance, y al pie se puede leer que se trata de la fiesta del 4 de julio celebrada en el Overlook en 1921.

TRAILER:

BANDA SONORA:

¡Aquí está Jack!

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